¿Quién se ha comido a enero?

Allá en la mañana me dio un asín contra la cara el número 16 del calendario de este primer mes del año.

Siiii, del taller del Paco, que me lo dio el otro día cuando fui a llevarle la “Renol” que le sonaban las juntas del volante.

Pues ahí estaba yo, mirando las hojas del calendario como un pasmarote y me pensé pa´mí mismo ¿Qué ha pasado con los 15 anteriores? Porque salvo la noche y el día de Reyes (que se montó anca la casa de la María una con los criajos abriendo paquetes…) tengo hasta la sensación de que el resto se han mezclao, combinao, arrejuntao, hasta llegar al día de hoy. O ¿quién sabe? Lo mismo han mermao, encogio, desaparecio, o vamos, que han sido víctimas de una abducción alienígena de esas.

Y ya que estamos aquí a la solanera sentaos, en serio yo te pregunto amigo mío ¿quién se ha comio a enero?

Quesque no somos conscientes y nos están arrebatando segundos, que luego se convierten en minutos, y estos en horas y estas en días… hasta que van desapareciendo del calendario sin que nos demos ni cuenta ni na. Porque, de verdad te digo, a mí me faltan horas al terminar el día y, a menudo, cuando me acuesto, pienso… ¡joder, no me ha dao tiempo a na!

¿Qué a ti también te pasa? Claaaaaro, hombre. Si esto solo me ocurriese a mí… quizá lo dejaría pasar. Al fin y al cabo, un viejo chocho como yo… cualquier idea absurda puede tener en la cabeza… pero es que esto lo oigo día tras día en todas partes: en el supermercado, en el autobús, se lo oigo comentar a mis cuatro hijas, hasta los niños se quejan de escasez de tiempo… No, creo que no estoy chocheando como dice mi señora, creo que alguien, o algo, nos está robando el tiempo.

Medimos el tiempo según datos astronómicos o astrológicos, que no sé a cuál darle más cuartelillo: así un día es lo que tarda nuestro planeta en girar alrededor de sí mismo. Hasta aquí y a falta de pruebas que digan lo contrario… tengo que conformarme. Pero yo me pregunto… ¿no será que la velocidad de la Tierra en su autogiro es más rápida? Lo mismo no… ¿no? Pues a mí me parece una explicación de lo más plausible. Si los que vivimos en ella tenemos la sensación de que el día se pasa más rápido…

La dividimos en 24 horas, y estas en minutos y segundos… idea de los Romanos… ¡y nos seguimos fiando de ello! ¿es que nadie lo cuestiona? Nos fiamos de unos señores que utilizaban el calendario juliano (el anterior al gregoriano que es por el que nos regimos actualmente, te cuento por si lo no sabes) según su voluntad. Que el emperador Julio César ese, vio que al mes de julio le habían dejado con 30 días y puso el grito en el cielo (porque los meses que habían puesto con 31 era porque eran como “más importantes”) y lo mandó cambiar. Luego llegó el Augusto y como no podía ser menos… le colocó 31 a agosto… y se los robaron a febrero… que se quedó con 28… y de hecho, eran septiembre y noviembre los que llevaban 31 y como estos emperadores añadieron un día más a julio y agosto, pues hubo que mover días… vamos, el coño de la Bernarda esto del calendario. Pero oye, que ahí seguimos… Bueno, que me voy por las ramas…

Que digo yo, que lo mismo habría que llamar a algún astrólogo o astrónomo, o a los dos, que vuelvan a medir la velocidad de la tierra y que hagan un reajuste… Porque aquí seguimos tomando por invierno puro días de auténtica primavera y nos metemos en meses de julio que parecen de primavera o incluso hasta de otoño (que les pregunten a los cántabros por el verano que han tenío…). Vamos que algo no está bien. Vale, que sí, que si el calentamiento global, que si tal… pero y ¿si es que de verdad hay que darle un vistacito al calendario? Digo yo, que si aquellos señores que empezaron con los calendarios (sumerios, babilonios, egipcios, griegos…) lo acoplaban según sus necesidades… basándose en ciclos lunares y lunares-solares, o en la crecida del Nilo… en fin… que digo yo, que si todos estamos protestando porque al día le faltan horas… lo mismo… podríamos revisarlo.

En fin, que la Carmen dice que chocheo… pero yo no lo veo esto tan disparatado, qué quieres que te diga Manuel. Que ya con la vejez y sin na´que hacer en todo el día… se me deberían hacer eternos y mira, que para cuando quiero meterme en la cama me da la sensación de no haber hecho na´de na´en tol´día. Que te digo yo que la Tierra gira más rápido, si estamos en ella todos estresados, corriendo de acá pa´llá… ¿cómo no a estar estresada la Tierra? Si veo yo a la Juani, mi pequeña, que mientras se hace la comida ya se está dejando el café preparao, ese en el que sale el Clooney, que ya me dirás, que solo es poner una cacharra de esas y darle al botón… pues hasta pa´eso corre la niña. Y to´pa qué, pa na´, pa no perder tiempo después de la comida y así apoltronarse cinco minutos más en el sillón… que se le está poniendo un culo…

¡Hala majo! Pues ya me dirás qué piensas tú de esto que hemos hablao, y lo mismo le podemos mandar una misiva al gobierno y que le echen un ojo ¿no? Porque si añadimos unos minutejos más a cada hora… y unas horas más a cada día… lo mismo la Juani no necesita ponerse el café mientras se hace la comida, que iría la condenada más tranquila, y yo creo que tos los demás también.

¡Ea! Si ya son horas de cenar, se´ma pasao el día en un periquete… Lo que yo me decía…